EL CALOR Y SU EFECTO EN LA EDAD ADULTA
APRENDE CON HÁBITAT
En la actualidad, por el impacto del llamado efecto invernadero, el calor produce grandes cambios en la salud del adulto mayor, que pueden llegar a ser altamente perjudiciales. Es de tener presente que, por su edad avanzada, se roduce un envejecimiento del sistema de termorregulación del cuerpo, “de los detectores de sed, de calor, de frío…” Además, esa detección se produce de manera tardía y cuando desde el cerebro se envían las órdenes para regular y modificar la temperatura, es más tarde de lo que debiera. Varios ejemplos claros serían, cuando una persona tiene calor, se da una señal térmica en el hipotálamo y se envían órdenes a nivel de la piel de manera que se produce una vasodilatación periférica… o también otra orden al riñón, con el mensa je de que hay que guardar agua, disminuyendo la orina, pero, en los mayores, la función renal ya está deteriorada.
Un cuadro de gravedad moderada, por efecto del calor y que es el que más afecta a los adultos mayores, se caracteriza por sudoración, debilidad muscular, hiperventilación, presión baja, taquicardia, dolor de cabeza, vómitos y diarrea, su aparición es lenta, de días y normalmente no suele haber afectación neurológica.
La situación más grave, menos común, se produce cuando la temperatura ambiental llega o supera los 40 grados Celsius. Es muy grave porque el cuerpo ha perdido la capacidad de regular la temperatura y esta va aumentando; puede haber daño neurológico.
Finalmente, ante los cambios en la temperatura ambiental, es muy importante que tanto familias, como cuidadores y personal médico, se aseguren de una adecuada hidratación, diuresis y medicación del adulto. Que se cuente con lugares frescos, evitar la exposición excesiva al sol, utilizar protector solar y ropa adecuada.